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Cuando Son Heung-min confirmó que dejaba al Tottenham después de diez años, no solo se cerró un recorrido individual extraordinario. Marcó el colapso silencioso de una era que el club había estirado mucho más de lo que debía.
El último en pie
Son era el último hilo que ataba a los Spurs con su capítulo moderno más ambicioso: el equipo que llegó a la final de la Champions League 2018–19. Los demás (Kane, Lloris, Dele, Trippier) hace rato que se fueron. Su salida cierra la puerta a una generación que alguna vez se midió de tú a tú con la élite europea y que luego fue cayendo en una inconsistencia que terminaron disfrazando de “reconstrucción”.
Más de 450 partidos. Más de 170 goles. Un trofeo de Europa League levantado como capitán. No fueron solo los números. Son sostuvo al club en una etapa que pudo haberlo quebrado: después de Pochettino, después de Kane, después de la claridad. Durante muchos de estos años, él fue la razón por la que el Tottenham aún parecía el Tottenham.
Las salidas de líderes en Tottenham — El fin de una era
Jugador | Años en los Spurs | Rol | Año de salida | Legado destacado |
Hugo Lloris | 2012–2023 | Capitán, arquero | 2023 | Campeón del mundo, pilar defensivo |
Harry Kane | 2009–2023 | Vicecapitán, delantero | 2023 | Máximo goleador histórico, símbolo de lealtad |
Dele Alli | 2015–2022 | Mediocampista ofensivo | 2022 | Doble ganador del PFA Joven del Año |
Christian Eriksen | 2013–2020 | Armador de juego | 2020 | Motor creativo en los años del top cuatro |
Son Heung-min | 2015–2025 | Capitán, delantero | 2025 | Campeón de Europa League, ícono global, líder querido |
De la estabilidad a algo nuevo
El problema es que la lealtad, por muy romántica que suene, tiene fecha de vencimiento. El Tottenham dependió demasiado de un jugador que ya lo había dado todo, apostando a que la continuidad emocional podía pasar por un plan. Pero las grietas se agrandaron. La temporada pasada terminaron en el puesto 17 de la liga. Treinta y ocho puntos. Un mínimo histórico apenas disimulado por el título de Europa League que, irónicamente, le costó el puesto a Ange Postecoglou pocos días después.
Ese contraste (éxito continental y desastre local) dijo mucho. No se puede ganar en grande si se insiste en sistemas que ya no encajan con el ritmo ni la fuerza del fútbol actual.
Lo que realmente necesita el Tottenham
1. Una identidad más clara bajo Thomas Frank
La llegada de Thomas Frank sugiere un giro, no solo en táctica, sino en tono. Sus equipos en Brentford eran pragmáticos sin ser aburridos. Sabían lo que eran. Los Spurs no han tenido esa claridad en años. Su influencia, empezando por el interés en João Palhinha, apunta a jugadores que inciden en el juego sin necesidad de protagonismo.
2. Alguien que reemplace los números, no el mito
Se van a extrañar los goles y asistencias de Son. Pero tratar de reemplazar su valor emocional o su simbolismo sería un error. Jugadores como Rodrygo, quien está en la mira, ofrecen algo distinto. Y quizás esa sea la idea. Los Spurs necesitan nuevas herramientas, no copias de las antiguas.
3. Un equipo que corra
A los 33, la caída de Son era evidente, no por falta de ganas, sino por cómo el juego se aceleraba a su alrededor. Como dijo Jamie O’Hara, a veces las piernas simplemente ya no dan. Los Spurs necesitan velocidad, agresividad, resistencia. No nostalgia.
4. Reconstruir el atractivo global sin una mascot
Son no era solo un futbolista. Era un embajador cultural. Su conexión con los fanáticos surcoreanos le dio a los Spurs un alcance global que ni Kane ni Eriksen lograron. Ese tipo de conexión es rara. El próximo capítulo del club debe ser más amplio y creativo, sin depender de un solo ícono, sino basado en un vínculo inteligente con los hinchas y una narrativa auténtica.
Lo que necesita el Tottenham tras la salida de Son
Categoría | Vacío actual | Necesidad estratégica |
Liderazgo en cancha | Salida del capitán Son | Nombrar a un nuevo líder con inteligencia emocional |
Profundidad ofensiva | Pérdida de más de 20 goles y creatividad | Fichar a un extremo dinámico o falso nueve (perfil tipo Rodrygo) |
Estabilidad en el medio | Transiciones débiles post-Postecoglou | Reclutar un volante de contención sólido (ej. João Palhinha) |
Identidad de la afición | Apego emocional a Son | Crear nuevo ídolo; promover talento local o fichar con peso simbólico |
Atractivo comercial | Pérdida fuerte en Asia | Explorar nuevos mercados (ej. Latinoamérica, África) |
¿Qué viene ahora?
La tensión es clara. Perder a alguien como Son duele. Pero lo único peor que despedirse es fingir que nada cambió.
Tottenham está en una encrucijada. Puede reinventarse, no con eslóganes, sino con estrategia. La nueva versión de los Spurs no puede construirse sobre sentimentalismos. Necesita ritmo, dirección y jugadores que reflejen hacia dónde va el fútbol, no dónde estuvo.
Son deja un legado que merece respeto. Pero los legados no ganan partidos. Inspiran el tipo de revisión honesta que el Tottenham necesita ahora más que nunca. Si actúan en consecuencia, esa será la verdadera historia que valdrá la pena seguir.